31/diciembre/2013
Móvil:
El avance de los smartphones y las tabletas impone su sello en los
servicios online. Los dispositivos móviles se utilizan no sólo para
revisar los emails o Facebook, sino también, y cada vez más, para hacer
compras online y como monedero digital. Las consecuencias se pueden
apreciar en muchas partes: el mercado de computadoras personales se está
contrayendo y las ventas de cámaras fotográficas retroceden.
Gafas
y relojes inteligentes: Los llamados “wearables”, es decir, pequeños
dispositivos de computación portátiles, son considerados en el sector
tecnológico como el gran negocio del futuro. Posiblemente, Google lance
al mercado en 2014 sus gafas inteligentes Google Glass, que hasta ahora
sólo han sido probadas por algunos usuarios potenciales. Samsung ya se
ha precipitado con el lanzamiento de su reloj inteligente Galaxy Gear,
que ha recibido malas críticas. Se espera que Apple lance al mercado un
iWatch para la muñeca.
Impresión
3D: La primera pistola apta para funcionar producida por una impresora
3D saltó a las primeras páginas de los periódicos y desató debates en
2013. Sin embargo, esta técnica parece estar a punto de dar el salto al
mercado con toda clase de objetos de uso diario, desde picaportes hasta
repuestos para lavavajillas. Los precios de las impresoras 3D, que
fabrican objetos a base de delgadas capas de materia plástica, están
bajando.
Automóviles
autónomos: Hasta hace algunos años aún parecían ser ciencia ficción,
pero ahora se ha desatado una carrera para ver quién es el primero en
producir en serie de estos vehículos robóticos. Primero fue la empresa
de Internet Google la que causó sensación con su flota de vehículos
autónomos. Entre tanto, han reaccionado también automotrices
tradicionales como Daimler y Nissan.
El
hogar integrado en la red: Desde hace años, los fabricantes de
lavadoras soñaban con conectar sus productos a Internet. Ahora, la
integración de aparatos domésticos en la red se está convirtiendo poco a
poco en una realidad. Por ejemplo, con el smartphone ya se pueden
controlar lámparas y el sistema de calefacción. Se prevé que dentro de
pocos años ya estén conectados a la red 50.000 millones de aparatos.
Big
data: Con la digitalización de la vida cotidiana, se generan también
cada vez más datos. La idea detrás de Big Data es que con la ayuda de
computadoras de alto rendimiento se pueden obtener conocimientos
valiosos también de datos aparentemente desestructurados. Esos
conocimientos deben ayudar a identificar enfermedades, evitar accidentes
o adecuar la producción de empresas a la demanda.
Bitcoin
& Co: A principios de 2013, la “moneda de los hackers”, bitcoin,
equivalía apenas a 13 dólares. Mientras tanto, la cotización ha superado
la marca de los 1.000 dólares y sigue aumentando. La divisa digital,
que no es controlada por ningún Estado y sólo existe en Internet, se ha
convertido en un modelo para nuevas divisas de la red.
Encriptación:
Desde hace muchos años existen procedimientos técnicos para codificar
eficazmente datos sensibles y protegerlos de fisgones y espías. Hasta el
momento, sin embargo, los procedimientos y las aplicaciones les
resultaban demasiado complicados y fastidiosos a muchos usuarios
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